LA LIMPIEZA POR ULTRASONIDOS

La aplicación de la tecnología de ultrasonidos en el sector de la limpieza ha supuesto un importante avance en los resultados que se obtienen respecto a la utilizición de medios mecánicos tradicionales.

Para realizar un proceso de limpieza por ultrasonidos, lo primero que necesitamos es disponer de la maquinaria apropiada. Nuestro sistema se compone de una cuba de acero inoxidable donde se sumerje el objeto que pretendemos limpiar. La cuba está conectada a una serie de generadores que emiten los ultrasonidos a través de numerosos transductores.

El líquido donde sumergimos los objetos a limpiar resulta esencial en este proceso. Se compone fundamentalmente de agua previamente desgasificada, a la que se añade un aditivo en función del objeto que vayamos a limpiar. Todo esto, junto con las variaciones de otros parámetros como potencia, frecuencia, temperatura y tiempo de exposición nos permite ser capaces de limpiar casi cualquier objeto.

Una vez sumergido el objeto a limpiar, el líquido hace de conductor para los ultrasonidos. El sistema de limpieza consiste en que cualquier elemento en contacto con el líquido es objeto de un "microcepillado" capaz de eliminar cualquier tipo de suciedad por incrustada que esté o por difícil acceso que presente.

Este "microcepillado" se consigue mediante la acción de los ultrasonidos sobre las moléculas de hidrógeno del agua. Mediante nuestro sistema, conseguimos 40.000 implosiones por segundo, lo que supone una abismal diferencia tanto en el timpo empleado como el el resultado obtenido respecto a cualquier otro sistema de limpieza.